-Virreynato del Río de la Plata-
Civdad de la Trinidad
Ciudad de la Trinidad
En nombre de la Santísima Trinidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un solo Dios verdadero que vive y reina por siempre jamás amen y de la gloriosísima Virgen Santa María, su madre, y de todos los santos y santas de la corte del cielo, yo, Juan de Garay, teniente de gobernador y capitán general y justicia mayor de todas estas provincias por el muy ilustre señor licenciado Juan de Torres de Vera y Aragón, del consejo de Su Majestad y su oidor en la real audiencia de la ciudad de La Plata en los reinos del Perú, adelantado y gobernador y capitán general y justicia mayor y alguacil mayor de estas dichas provincias del Río de la Plata por la majestad real del rey don Felipe, nuestro señor, conforme y al tenor de sus reales provisiones y capitulación dadas y hechas con el muy ilustre señor el adelantado Juan Ortiz de Zárate y, en lugar del dicho señor licenciado Juan de Torres de Vera y Aragón, adelantado su sucesor, y en nombre de la majestad real del rey don Felipe, nuestro señor, hoy, sábado, día de nuestro Señor San Bernabé, once días del mes de junio del año del nacimiento de nuestro redentor Jesucristo de 1580, estando en este Puerto de Santa María de Buenos Aires que es en las provincias del Río de la Plata, intitulada nuevamente la Nueva Vizcaya, hago y fundo en el dicho asiento y Puerto una ciudad, la cual pueblo con los soldados y gente que al presente tengo y he traído para ello, la iglesia de la cual pongo su advocación de la Santísima Trinidad, la cual sea y ha de ser iglesia mayor y parroquial contenida y señalada en la traza que tengo hecha de la ciudad, y la dicha ciudad mando que se intitule la Ciudad de la Trinidad….
La hostilidad de los gobiernos revolucionarios a la Iglesia Católica entre 1810 y 1822
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"La fractura de América sólo podrá superarse alguna vez por la voz convocante de aquella Corona que le dio ser y vida."
Y agrega a continuación: "sin Rey legítimo no habrá verdadera restauración".
"Sin la legitimidad, que brota del orden divino y natural, jamás España recuperará su vocación evangélica: ser instrumento providencial en la edificación de la Cristiandad temporal."
Y, verdaderamente, no vemos en la historia americana una oportunidad más clara que ésta para haber revertido la farsa revolucionaria que nos ha llevado al vergonzoso estado actual.
Ricardo Fraga. Una Dimensión Americana del Tradicionalismo Carlista. Boletín de la Sociedad de Estudios Tradicionalistas Don Juan Vázquez de Mella, Año 3, N° 8, junio 1999. Citado en http://carlismoar.blogspot.com.ar/2010/12/el-cid-rosas-y-la-cuestion-dinastica.html Por Mario Fidel Bianchetti.