-Virreynato del Río de la Plata-
Civdad de la Trinidad
Artículos Seleccionados
La historia del Descubrimiento de América y su desarrollo en el seno de la Nación Española, su crecimiento, su expansión, su misterio, sus frutos y su esplendor fueron siempre objeto de diversas interpretaciones producto de la más ruin falsificación de la historia ejercida siniestramente por la francmasonería y la sinarquía internacional. Se proponde en este sitio, un refugio para la Verdadera Historia de España y sus Reinos.
La hostilidad de los gobiernos revolucionarios a la Iglesia Católica entre 1810 y 1822
Crónica de la guerra de secesión en el Virreynato del Río de la Plata
Carlos Ferri
"Es de todo punto injusto querer leer la historia a posteriori y querer justificar decisiones que carecieron de suficiente fundamento o incluso estuvieron motivadas por errores[1]"
A partir de la Revolución de Mayo de 1810, la Iglesia Católica Apostólica Romana de los Reynos de las Indias que, se enmarcaba en el Derecho de Patronato, fue sufriendo una hostil persecución. Los nuevos gobiernos, se arrogaron ese derecho exclusivo, colocando así a los nuevos estados por sobre la Iglesia, y tratando de utilizar a ésta como un medio de adoctrinamiento, propaganda y dominio de los pueblos.
[1] José Antonio Ullate Fabo. Españoles que no pudieron serlo. Libros Libres. Madrid. P 148.
Reina Isabel La Católica
(1451/04/22 - 1504/11/26)
Siendo aún niña se pensó en casarla con Fernando, uno de los hijos de su tío abuelo el rey de Aragón Juan II, o con Carlos, príncipe de Viana, pero éste murió prematuramente. Mientras crecía se le iban señalando maridos, entre otros -Alfonso V de Portugal, ya viudo-, hasta que el rey Enrique IV decidió dar en matrimonio a la infanta Isabel al Maestre de Calatrava, don Pedro Girón. El de Calatrava tenía 43 años y era un caballero de pésima reputación moral, cargado de hijos bastardos. Hombre suave, empalagoso, sensual y apasionado, con fama de ser un canalla y aficionado a todos los vicios. Totalmente detestable.
Al enterarse Isabel, que sólo contaba con 15 años de edad, se arrojó entre lágrimas a los brazos de su amiga Beatriz de Bobadilla. Ésta, mostrando a Isabel un puñal de plata, le dijo: Nunca os casaréis con tal monstruo, porque juro ante Dios que si viene por vos hundiré este puñal en su corazón. La Infanta, rechazando toda violencia, acudió a Dios implorando su auxilio. Se encerró en su habitación y ayunó tres días, pasando las noches en vela arrodillada ante un crucifijo mientras repetía de corazón y entre lágrimas una y otra vez: ¡Dios mío, Misericordioso Salvador, no dejéis que me entreguen a semejante hombre! ¡Haced que él o yo muramos!…
Don Pedro Girón se puso en camino hacia Madrid, para la boda. Beatriz de Bobadilla repetía incansablemente: Dios no lo ha de permitir, ni yo tampoco lo consentiré. El Maestre de Calatrava hizo un alto en el camino para pasar la noche en Villarrubia de los Ojos. Y allí, don Pedro Girón se vio aquejado de una grave amigdalitis. Al tercer día de su viaje, el 20 de abril de 1466, murió. Dios había escuchado la oración de la princesa Isabel.
Secesión no es Independencia
Julio C. González
Julio Carlos González fue profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Airesdesde 1965 hasta el 24 de marzo de 1976, y es profesor de Estructura Económica Argentina en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora desde 1989. Durante el gobierno constitucional del 25 de mayo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976 fue, entre otros cargos, director de Asuntos Jurídicos de la presidencia de la Nación y luego secretario técnico
QUITO FUE ESPAÑA: HISTORIA DEL REALISMO CRIOLLO
Francisco Núñez del Arco
Y si la Verdad existe no me cansaré de buscarla y no, no me cansaré de que me busque. Ya estuvo bien de «apología del nazismo», ahora se viene «apología del colonialismo» (Ontiveros ya se me adelantó a la Apología de la Barbarie), incorreción política y corrección histórica revisada, corregida y aumentada. Si me odian y persiguen, que lo hagan de una buena vez y con todas sus fuerzas, aun cuando yo los ame a todos y a cada uno de ustedes. Y aunque ni todo lo escrito ni por escribir jamás se podría equiparar en ninguna forma a una sola de nuestras vidas sagradas, ésta no va por mí, ésta va por usted, señor Diego López Márquez, va por lo que somos, va por mi palabra dada a usted de concluir esta obra, va por su hermosa vida y gratísima memoria, impulso y exclusiva razón vital para concluir ésta y todas mis acciones de ahora en más. Si con el anterior se estremecieron dos Estados, que con QUITO FUE ESPAÑA: HISTORIA DEL REALISMO CRIOLLO se estremezca todo el continente hasta sus cimientos. Sólo me detendrá la muerte.
EL NACIONALISMO Y LA METAMORFOSIS DE NACIÓN José Antonio Ullate Fabo
LA INTEGRACIÓN CULTURAL EN INDIAS
Luis Coris Otalora
ESTADOS HISPANOAMERICANOS, PATRIA Y NACIÓN ESPAÑOLA
Por Carlos FERRI
A principios del siglo XIX, y con el surgimiento de las revoluciones hispanoamericanas en los antiguos Reynos de las Indias Occidentales, comienza la secesión los Virreynatos en América.
Es lógico pensar que ante la ausencia del monarca natural, los territorios de ultramar españoles, hubiesen mantenido la organización política y geográfica virreynal, pero esto no ocurrió por muchas razones como ser: los intereses personales - ya sean políticos o económicos - de los principales vecinos, comerciantes y aristócratas de cada ciudad importante de América. También se sumó la influencia de las logias y de la masonería, y en muchos lugares, como en el Virreynato de Nueva Granada se sumó la intervención directa del Estado Británico con el aporte de tropas, como lo fué la legión Británica de Bolívar propiciada por Francisco de Miranda.
Esta situación, de decapitación política que ocurrió en Hispanoamérica, generó luchas fratricidas entre pueblos y ciudades, levantados y movilizados por novos líderes surgidos a partir de la proscripción de los Virreinatos y Cabildos hispanos. Ciudades, pueblos, connacionales que hasta hace días, eran todos parte de una misma realidad política, religiosa, social y cultural, bajo el amparo de una misma corona y una misma bandera, se vieron enfrentados y disociados por líderes que buscaban ambiciosamente poder, dinero y fama, en aras de una supuesta "libertad".
Para poder dilucidar correctamente las diferencias entre los conceptos Patria, Nación y Estado se recurrirá a sus definiciones de la Real Academia Española, y a su conceptualización clásica del Derecho Público Internacional.